sábado, 27 de agosto de 2011

Mañana

Si abro los ojos, el mundo se me cae encima.
Prometo abrirlos mañana...


... con más fuerza que hoy.

M.

martes, 16 de agosto de 2011

Hoy echo la vista atrás y veo que las cosas han cambiado. En un año raro, diferente a todos los demás, todo ha dado un vuelco que no me esperaba hace doce o dieciséis meses.
Cada vez que nos lanzamos en una dirección, abriendo nuestro camino entre la maleza salvaje, nos preguntamos qué pasaría si hubiéramos andado en otro sentido. Yo me lo pregunto muy a menudo y con varios puntos desde los que comenzar a imaginar: si siguiera viviendo en el mismo lugar, si no me hubiera decidido por las ciencias en el instituto, si ahora estuviese en la facultad de medicina... Pero ahora fantaseo desde la seguridad de que hoy estoy donde tengo que estar. Desde esa sensación tan agradable, que hace un año puedo asegurar que no conocía, de que tomé la decisión correcta, aunque ese día parecía que dejar de luchar era perder, hoy creo firmemente que hice bien dejándome llevar, tomándo esos signos como señales y decidiendo arriesgar a cambiar la vida que había imaginado, gané.
Sin embargo, la seguridad de hoy no implica que mañana no vea el mundo del revés, en un caos como el que conocí. Pero ahora he aprendido una lección que tenía pendiente, una de esas que sólo se aprenden con las caídas. Hoy sé que la vida no se puede planear, o que eso no sirve para mi. Que entre la maleza, encontraremos obstáculos que nos hagan retroceder, o comodines con los que avancemos sin dificultades. Y también me he convencido de que siempre podemos desandar lo andado y comenzar a escribir otra historia con la experiencia de nuestro lado.


Ya no tengo miedo de equivocarme.
M.