Ver boas dentro de elefantes...

Hoy he recordado esa sensación que teníamos de pequeños cuando no te encontraban en el escondite, esos nervios, esa ligera risa que hacía que por fin te descubrieran. Me han dado ganas de volver a jugar, era uno de mis juegos favoritos ;)
También he estado pensando en todas las caídas, pupas, chichones, moraduras, cicatrices que he tenido... ¡cada día aparecía una nueva! Creo que sin esas cosas no hay infancia, época en la que más veces nos caemos y más rápido nos levantamos.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte...VOOOY!
M.